Empezamos el día 2 de febrero con la festividad de Yemanjá ( yemojá.) El encanto de llevar los presentes para el mar es uno de los rituales dentro de la religión más preservado, y crece a cada día, que llega a extenderse para la sociedad brasileña como un todo, podemos observar eso mientras la virada del año, donde las regiones de litorales brasileños queda extremamente con movimiento de personas que van a las aguas para agradecer y pedir un año lleno de esperanza y victorias, sea en la salud, amor, familia, trabajo…
Yemanjá es un orixá que, gobernando la nuestra cabeza, el inconsciente, tiene un apello interno muy fuerte dentro de cada un de nosotros, por eso, la popularidad de ese orixá… La fe queda muy viva, y la esperanza brota hasta en aquellos que ya están sin esperanza, sin crédulo… endurecidos por las decepciones… la fuerza de esa divinidad está presente en el movimiento de las aguas, en la alegría que el mar propicia en el verano, en la certeza de la fortuna del océano en fornecer comida para el mundo, en el transporte de personas y cosas a través del grande tamaño de las aguas. La importancia del mar está relacionada con lo que pudimos constatar con las embarcaciones en el pasado que descubrió tierras, continentes y rotas de comunicación entre los pueblos en la era de los descubrimientos.
Vamos, entonces. Ese mes, loar Yemanjá con toda la dignidad y respeto que ella merece, por todo lo que el mar nos propicia y lo que, a través de ese reino misterioso que ella vive con su padre Olokum, nosotros posamos encontrar más un grande soporte para la nuestra existencia aquí en la tierra.
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